El venezolano rompió una racha de ocho turnos sin hit para volver de lleno a la carrera por ser el más reciente pelotero de Grandes Ligas en batear .400.
El lanzador con la segunda mayor cantidad de ponches en MLB dejó pasar su turno en la rotación tras resentir una lesión que presentó antes del All-Star Game.
La organización angelina podría catalogar a la superestrella nipona como disponible si no capitaliza un buen comienzo en la segunda mitad de la temporada.