Casa Llena

El regreso de los aficionados a los parques de pelota de la MLB y su comida más singular

"Toda la historia humana atestigua que desde el bocado de Eva, la dicha del hombre depende de la comida"

Lord Byron

En recuerdo de mi amigo, el señor H. Un absoluto devorardor de pizzas y palomitas de maíz cuya grata compañía siempre habré de extrañar.

El béisbol de las Ligas Mayores refleja después de dos meses del inicio de la temporada 2024 mejores entradas y mayor asistencia a los estadios que en las anteriores 6 campañas regulares. Sin lugar a dudas, hay interés por lo que está ocurriendo en los diamantes de la MLB, además de existir un factor adicional que pudiera ser en parte del incremento de asistentes a los juegos y que lo constituye la reducción en el tiempo de duración de los encuentros. Hoy en día, con las modificaciones de la temporada pasada el promedio de duración de un juego de pelota en las Grandes Ligas de principio a fin, es de dos horas con treinta y nueve minutos.

Al evaluar los patrones de asistencia de los aficionados de los 30 equipos que conforman la mejor liga profesional del mundo en los meses recientes es posible distinguir y contrastar la distinta realidad que viven dos equipos del estado de California. Mientras que los Dodgers de Los Ángeles se perfilan para albergar por primera vez en su historia a 4 millones de aficionados en sus juegos como local de temporada regular y romper con ello el récord de asistencia de la franquicia, algo que incluso, podríamos empezar a denominar el factor Ohtani. Los Atléticos de Oakland que sabemos están viviendo su última campaña en esa localidad californiana y que pasarán las siguientes dos temporadas en la capital del estado, Sacramento, antes de llegar a su nuevo destino Las Vegas, están viviendo el rechazo, el distanciamiento y la frustración de la fanaticada al registrar un promedio de asistencia al parque de pelota de 6,400 espectadores por encuentro, algo que representa, recibir una cifra cercana al 10 por ciento de la capacidad de su estadio cada vez que juegan como locales.

​Esos primeros resultados también me permiten afirmar que hasta el momento son los Padres de San Diego, que tienen a los seguidores más presentes y leales de las Ligas Mayores, pues sus aficionados han refelejado en cada uno de sus encuentros como local la mayor presencia por juego a un parque de pelota de la MLB al superar el 95 por ciento de la ocupación total de su estadio cada vez que han jugado en casa; muestra de ello fue su anterior serie de fin de semana en que recibieron a los Yankees de Nueva York con tres llenos completos y donde 134,081 espectadores atestiguaron las incidencias de esos encuentros. Detrás de ellos y teniendo también entradas superiores al 90 por ciento de la capacidad de sus parques por partido están los Bravos de Atlanta y los Phillies de Filadefia.

En el nada despreciable margen de más del 80 por ciento de asistencia por partido como local a sus parques, esto en relación a la capacidad total de sus estadios esta temporada podemos contar a los Dodgers de Los Ángeles, a los Gigantes de San Francisco, los Azulejos de Toronto, los Rangers de Texas, los Astros de Houston, los Cardenales de San Luis, estos dos últimos aún jugando pelota por debajo de quinientos de porcentaje, así como también los siempre taquilleros Chicago Cubs, Medias Rojas de Boston y Yankees de Nueva de York.

En estás condiciones es posible afirmar que de seguir el promedio de asistencia ya comentado, al final de la temporada regular 2024 la asistencia global a los parques de pelota habrá de superar la marca de los 72 millones 678 mil aficionados logrados en 2017 y se habrá conseguido un promedio de asistencia por partido de la MLB muy cercano a los 30 mil espectadores. Ambos resultados de llegarse a concretar representarán un importante logro para las Ligas Mayores y también habrán de confirmar que las medidas y ajustes realizados con objeto de darle mayor fluidez a los encuentros habrán dado resultados más allá de los diamantes y de la propia naturaleza del juego.

La popularidad e interés del que en estos momentos goza el béisbol tanto en los Estados Unidos, como más allá de sus fronteras y el interés y deseo que provoca de asistir a sus parques también deriva de otras atractivas y menos deportivas circunstancias, tales como las comodidades y las facilidades que ahora brindan la mayoría de los estadios, en esto incluyo tanto a los remosados y renovados, como a los edificados de última generación. Estadios como el Petco Park de San Diego, el Citizen Bank Park de Filadelfia, el Oracle Park de San Francisco con vista al mar incluída, así como otros con mayor antigüedad y trayectoria como el Busch Stadium de San Luis o el Oriole Park también conocido como Camdem Yards de Baltimore y por supuesto los míticos y ya centenarios Wrigley Field de Chicago, la casa de los Cahorros y el Fenway Park de Boston, son por su abolengo, tradición, ubicación, accesos y amenidades lugares de asistencia obligatoria tanto para los locales como para los turistas que visitan y pasean en esas importantes ciudades de la Unión Americana, confirma tal circunstancia el hecho de que los mencionados parques de pelota actualmente son considerados por los aficionados al Rey de los Deportes dentro de los 10 mejores estadios que tiene la MLB en su haber.

Querido lector, debo agregar que existen otros factores más allá del propio juego de béisbol que llevan a las personas a los estadios, especialmente a los no aficionados. Uno de ellos evidentemente que es el gusto de convivir y conocer algo nuevo, otro muy importante lo es la comida que en ellos se puede disfrutar. Hace ya treinta años tuve oportunidad de asistir por segunda vez al ya desaparecido Astrodome de Houston, el primer parque techado y de pasto articial que hubo en la MLB y que en su momento y circunstancia incluso fue llamado: La Octava maravilla del mundo moderno. Aquella visita en compañía de un buen amigo que no sabía absolutamente nada de béisbol tiene su historia y su anécdota. Esa mañana de sábado después de tomar nuestros asientos y dar inicio el encuentro yo empecé como en muchas otras ocasiones que asisto al parque de pelota a llevar las anotaciones del partido y a la par me esforzaba por tratar de observar muy de cerca los movimientos del lanzador abridor de los locales: Doug Drabek. Algunos viejos aficionados seguramente lo recordarán, un gran lanzador que vió sus mejores años en Pittsburgh y que fue merecedor del premio Cy Young de la Liga Nacional en 1990. No habían pasado ni dos entradas completas cuando me percaté de que mi amigo estaba absolutamente aburrido, frustrado y buscando la forma de salir a la calle. Fue entonces que tomé una decisión, me levanté de mi asiento, dejé por unos momentos de tomar las anotaciones del encuentro y llevé a mi querido amigo al área de comida. Seré indiscreto, pero también realista, fue ahí donde él encontró sentido a la visita al estadio. Tras ordenar unos enormes Astro-Nachos y un hotdog extra large regresamos a nuestros lugares. El resto del partido fue absolutamente distinto, mientras yo seguía las acciones del encuentro, mi amigo tomó otros tres turnos en el Food Court del Astrodome y siempre regresó a su asiento sonriente, entusiasta con nuevas viandas y algunas bebidas para calmar su sed. A final de cuentas, ambos logramos disfrutar aquel juego, al igual que nuestra visita al parque de pelota. He traído esto a colación este recuerdo porque hay quienes hoy en día tienen dudas respecto a lo agradable y entretenido que puede ser presenciar un juego de béisbol, por eso lo compartido, así como la siguiente lista de las delicias y primicias que pueden encontrar esta temporada en cada uno de los parques de la MLB. Para que en la medida de lo posible, ya sea por una razón deportiva o culinaria se atrevan a vivir y disfrutar en carne propia esta experiencia.

En el Coors Field, situado en Denver Colarado, los locales Rockies tienen a disposición de sus visitantes una de las mejores hamburguesas del país, la Helton Burger, bautizada así en honor de Todd Helton uno de los referentes históricos del club y que incluye crujientes aros de cebolla, es una opción que debe acompañarse con una deliciosa y espesa malteada que los hará sentir en las Montañas Rocallosas.

El Tropicana Field, el estadio techado que sirve de casa de las Mantarrayas, la novena que este año cuenta con la presencia de cuatro jugadores de México: el lanzador Manny Rodríguez y los jugadores de campo Jonathan Aranda, Isaac Paredes y el carismático jardienero Randy Arozarena, es el lugar más adecuado para disfrutar uno de los mejores sandwiches cubanos de toda la Florida.

En el Comerica Park, la casa y sede de los Tigres de Detroit, un equipo que se encuentra en plena reconstrucción, se puede disfrutar de los mejores Gyros de la ciudad del automóvil en el Big Cat Court. La comida rápida que se elabora con un suave y caliente pan pita acompañado de jugosa carne de cordero, cebolla morada, tomate finamente picado y por supuesto el infaltable tzatziki hace posible ver un juego de pelota muy cerca del Mediterráneo.

En el Truist Park de Atlanta, el hogar de los Bravos, además de buen béisbol y pitcheo se pueden disfrutar de los mejores Waffles de la MLB. Se trata de una selección culinaria de opción múltiple, ya que The Waffle House pone a disposición de los asistentes al parque su crujiente Waflle tnto en versiones dulces como saladas. Ya entrados en gastos no dejen de pedir sus papas Hashbrowns.

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El Chase Field, sede y casa de los Diamondbacks de Arizona actuales campeones de la Liga Nacional provee a los espectadores un postre cargado de azúcar y sincretismo culinario que puede ser considerado el favorito de los amantes del sugar-rush. El denominado Churro Dog, que es una masa crujiente de churro rellena de galleta Oreo de chocolate que se sirve con helado de vainilla y favorito de los locales.

Uno de los estadios de béisbol con mayor sabor y tradición en el mundo del béisbol es el Oriole Park, el estadio y parque donde juegan los Orioles en Baltimore, un lugar en el que se puede y debe disfrutar uno de los mejores sandwiches pastel de cangrejo de los Estados Unidos. La deliciosa creación elaborada con cangrejo fresco de la localidad es el orgullo y mejor platillo que ofrece el Harris Creek Oyster Bar. Definitivamente una opción para quienes prefieren del buen comer.

El T-Mobile Park de los Marineros de Seattle es considerado el mejor de los estadios de la MLB para comer. Las múltiples opciones incluyen desde auténticos chapulines oaxaqueños en el Edgar´s Cantina, hasta los suculentos y altamente demandados Wontons y Bao buns de puerco y vegetales. Una experiencia culinaria que puede llevar a los aficionados a viajar desde su asiento por distintos paises y continentes del planeta.

Para quienes no pueden salir de México, sin dejar de disfrutar de nuestra comida, una buena opción es visitar el Petco Park de San Diego, donde los Padres son locales. En ese estadio que invariablemente registra buenas entradas se puede degustar de uno de los platillos insignia del estado de Jalisco y que ha tomado gran popularidad en los Estados Unidos, los famosos tacos de birria, conocidos allá como: Quesobirria Tacos que se acompañan de guacamole y salsa de chile de árbol.

El Minute Miad Park, la casa de los Astros de Houston es uno de los mejores lugares para comer las tradicionales barbecue ribs, así como también otros platillos de carne ahumada de res, puerco y pollo, siendo Killen's BBQ la mejor opción para esos días donde el apetito es grande y sureño.

En el único parque de la MLB fuera de los Estados Unidos, el Rogers Centre que también fue el primer parque de béisbol que contó con techo retráctil es el hogar y sede de los Azulejos de Toronto. Se trata del lugar más adecuado para comer el plato de comida rápida más tradicional de Cánada, el poutine. Por lo que obligado es degustar y disfrutar del denominado Funnel Cake Poutine en sus instalaciones. Un platillo que nos permite comprobar las mil y una formas en que podemos siempre disfrutar de las papas.

El Citi Field la nueva casa de los Mets de Nueva York ha tomado un lugar de importante relevancia en el gusto grastronómico de los aficionados que viven y visitan de la gran manzana, tan es así que en los días de juego se desplazan a la zona de Queens en busca de las fabulosas bolitas de arroz que vende el Arancini Bros, o si el antojo es aún más grande de degustar un picante y especiado sandwich de pollo frito también conocido como el Fuku chiken fried sandwich.

En el Dodger Stadium de la Ciudad de los Ángeles, la casa de los Dodgers cada día de juego es un día de fiesta, pero indudablemente la comida juega un papel fundamental en ese ritual. Se trata de un parque donde abundan toda clase de opciones de comida, pero en el que hay dos favoritos de los locales, uno salado y otro dulce que deben probarse en toda visita. El delicioso y colosal Dodger Dog hecho con una salchicha de res y puerco de grandes proporciones y de postre los mejores Cannolis de la región que se pueden encontrar en un establecimiento tradicional y clásico del parque: Tommy Lasorda´s Trattoria.

El Great American Ball Park la casa de los Rojos de Cincinnati es el lugar más adecuado para disfrutar de una famosa combinación beisbolera: el hotdog y el chile con carne y no hay mejor sitio que Skyline Chili, donde en los días de juego se sirven los llamados Coneys, un par de pequeños hotdogs bañados en su receta secreta de chille con carne y que son cubiertos de cebolla y una montaña de queso chedar finamente rayado.

La ciudad de los vientos Chicago tiene dos equipos de gran tradición beisbolera. Los Medias Blancas que durante décadas jugaron en el Comiskey Park y ahora tienen su sede en el Guaranteed Rate Field. Por extraño que parezca uno de los platillos más vendidos y pedidos por los asistentes al parque de pelota es el llamado: Corn of the cab, es decir, nada menos que nuestros tradicionales elotes servidos bien calientes y acompañados de mayonesa o crema, chile, sal y limón. Sin lugar a dudas resultado de la migración y antojo de nuestros compatriotas que viven en la zona.

El Kauffman Stadium en la ciudad de Kansas es el hogar de los Reales y también uno de los mejores estadios para cumplir de un antojo infantil. Grandes y chicos hacen largas filas los días de juego para disfrutar de los helados, malteadas y sundaes que vende el establecimiento y fabrica de helados oriunda de esa ciudad de Misuri, el Belafonte Ice cream.

En la soleada y calurosa Florida, los Marlines de Miami tienen en el moderno y funcional Loan Depot Park su casa. En dicho parque de pelota donde el ambiente es festivo y se habla bastante español y cubano, una de las mejores opciones culinarias lo son las famosas Salchipapas. Un delicioso plato de papas a la francesa que se acompaña con salchichas asadas rebanadas y que se baña con catsup, mostaza y mayonesa e incluso salsa picante.

El Progressive Field en Cleveland Ohio es la sede de los ahora denominados Guardianes. Un equipo que se ha acostumbrado a tener temporadas ganadoras y que por ende está año tras año peleando un lugar en la postemporada. En ese parque el favorito de la afición es el llamado Parmageddon un delicioso sandwich de queso parmesano a la parrilla –grilled cheese sandwich- que indudablemente es toda una tradición americana, ahora modificada y perfeccionada.

En San Luis, muy cerca de los márgenes del río Mississippi se encuentra ubicado el Busch Stadium sede de los locales Cardenales, por cierto, uno de los equipos más ganadores y de mayor tradición de la MLB. La comida sureña obviamente abunda en el parque de pelota, pero uno de los favoritos y más pedidos es el llamado Bacon Wrapped Hotdog, un enorme perro caliente que se sirve materialmente envuelto en tocino y que se acompaña con frijoles horneados, cebollas asadas, alioli y pico de gallo.

El Globe Life Field en Arlington, Texas, es el estadio y casa de los campeones Rangers y también el inmueble de más reciente creación de la MLB. En ese moderno parque de pelota donde todo es de grandes proporcione sus aficionados en un abrir y cerrar de ojos han puesto de moda la llamada: Boomstick Burger, una hamburguesa que contiene dos enormes carnes de res y que se acompaña de salsa de queso, chile con carne, aros de cebolla y jalapeños.

En Anaheim, uno de los más importantes suburbios de la Ciudad de Los Ángeles y mundialmente famoso por ser la sede de Disneylandia, juegan los llamados Angelinos de Los Ángeles. Su casa es el Angel Stadium ubicada literalmente a unos pasos del denominado lugar más feliz de la tierra que tiene para sus visitantes una amplia y casi interminable oferta de comida. Sin embargo el favorito de la fanaticada y uno de los platos más solicitados son los tacos de carnitas que sirve Chronics. Ya sea por la ascendencia de su dueño Arturo, Artie Moreno o por el imporatnte número de mexicanos que habitan y visitan la zona la comida mexicana hoy en día es su referente.

El American Family Field es la casa de los Cerveceros de Milwaukee, un parque de pelota que ha sido por años la sede de la singular carrera de salchichas que tanto disfrutan los aficionados. Tal vez por esa razón promocional o por el culto que existe a esa comida rápida que la mejor opción culnaria del estadio lo sea el denominado BratDog, la gigantesca salchicha de res que los locales acompañan de queso derretido, crema agria y doritos machacados.

​En Pittsburgh, Pensylvania, se ubica el PNC Park, la sed de los Piratas. Es un estadio que alberga en la zona de comida de sus jardines al popular establecimiento Manny´s BBQ, definitivamente uno de los más visitados por la afición por dos poderosas razones: su sandwich de puerco desmenuzado llamado Pierogi stacker y por el hecho de que su dueño, que de vez en vez atiende el establecimiento lo es el legendario catcher Manny Sanguilén, quien compartió el diamante con el inmortal Roberto Clemente y que formó parte de la última novena de la ciudad del acero que ganó una Serie Mundial en 1979.

El Wrigley Field de Chicago es el estadio más longevo de la MLB construido en 1914 y por cierto el último en contar con alumbrado de las Ligas Mayores. Durante 110 años ha sido el hogar y casa de los Cachorros. Se trata de un parque de gran tradición que presenta vastas opciones grastronómicas a sus visitantes, pero donde destaca y es casi un obligado comer el tradicional sandwich de carne italiana que preparar el restaurante Bouna.

En Filadelfia, los locales Phillies juegan en el espectacular Citizen Bank Park uno de los más cómodos y mejores estadios para jugar béisbol del planeta en el que tanto los locales y asiduos asistentes al parque, como los que por primera vez asisten hacen largas filas para disfrutar del platillo más típico de la ciudad, el famoso cheese steak sandwich que se prepara en el Tony Luke´s place.

El Nationals Park de Washington es el estadio de los Nacionales. De todos sus establecimientos de comida, tal vez el lugar más visitado partido a partido es el tradicional e histórico Ben´s Chilli Bowl. Un establecimiento fundado en 1958 en el corazón de la capital norteamercana dedicado por décadas a la venta de Hotdogs y donde personalidades de la talla e importancia del Dr. Martin Luther King o del presidente Barak Obama llegaron a comer en sus días de mayor labor y relevancia. Su siempre y delicioso Chili half smoke dog es el obligado a pedir la primera vez.

Nueva York y los Yankees son un binomio inseparable y mundialmente conocido. En el nuevo estadio que fue edificado precisamente frente al original construido hace más de un siglo en el Bronx. Hoy en día, es uno de los más visitados por hambrientos locales y turistas del juego de béisbol y la comida. Opciones sobran, pero se ha convertido ya en una tradición el asistir a Lobel´s para pedir el Steak sandwich de enormes proporciones. Debo advertir la fila y la espera son largas, pero valen la pena.

El Fenway Park debemos afirmar es un tesoro nacional de los Estados Unidos y orgullo de la Ciudad de Boston y de Nueva Inglaterra. En materia de comida la casa de los Medias Rojas brinda variadas opciones tanto en las inmediaciones del parque de pelota como en sus instalaciones. Sin embargo, cuando el antojo es dulce la mejor opción se encuentra en el área de comida del jardín central, específicamente en The Big Concourse, donde se puede degustar uno de los mejores Boston Cream Pies de la ciudad.

La Ciudad de San Francisco y su equipo los Gigantes son símbolo de inclusión y empatía. La diversidad es algo que se vive con naturalidad en el hermoso Oracle Park de la Bahía Californiana y en materia de comida las opciones son tan variadas como atractivas por lo que no faltan los tazones de arroz y variadas proteinas que emulan los Hawaianos Poke Bowls o la muy socorrida sopa de almejas y hasta un sandwich Po´boy al estilo Nueva Orleans, sin embargo les sugiero guardar suficiente espacio para disfrutar de un espectacular Hot Fudge Sundae en el local que tiene la tradicional chocolatería Ghirardelli en ese parque de pelota.

El Target field la casa de los Mellizos de Minesota es uno de los parques de pelota donde mejor se puede comer en el mundo y también es una de las mejores opciones para quienes tiene el gusto y la convicción de ser veganos o vegetarianos. Para ellos y también para los que comemos de todo y por su orden la mejor recomendación es degustar un Chana Masala, el delicioso curry de garbanzos que se prepara en el Hot Indian Foods, o bien una ensalada fría de fideos y veduras del afamado y reconocido chef y divulgador culinario Andrew Zimmern que lleva largo tiempo radicando en Minesota.

Este recorrido llega a su fin en Oakland, mayormente porque el Alameda County Stadium y también la ciudad están viviendo su última temporada en la MLB ante la inminente y ya autorizada mudanza del equipo que llevará en poco más de dos años a los otroras elefantes blancos, alguna vez de Filadelfia y posteriormente de Kansas y Oakland a Las Vegas. Para los nostálgicos y también para los glotones la mejor opción es la zona de Food Trucks en la plaza de los campeones donde se pueden degustar desde Gyros y tacos hasta una barbacoa estilo hawaino con poi incluido.

CÍRCULO DE ESPERA

Una de las dudas más recurrentes que tienen los aficionados al béisbol, pero también de los no aficionados al Rey de los Deportes, especialmente cuando inicia una temporada, es la de conocer el salario que devengan los jugadores que participan en las Ligas Mayores. Por fortuna la MLB es absolutamente transparente en ese rubro, como en muchos otros. Se trata de un ejercicio de fácil consulta que no deja nada a la especulación, o la imaginación y que a la par combate los rumores y sobre todo las malas interpretaciones. Una política que en mucho sustenta la credibilidad y el valor comercial de la propia Liga. Por ello, sin mayores preámbulos les presento a los jugadores posición por posición que en la actual temporada 2024 devengarán los mejores salarios.

El Catcher: J.T. Realmuto de los Phillies de Filadelfia con un salario anual de 23.9 millones de dólares. El Primera Base: Kris Bryant de los Rockies de Colorado con un salario anual de $28 millones de dólares y que inicialmente conocimos jugando la Tercera de Base de los Cachorros de Chicago. El Segunda Base: José Altuve de los Astros de Houston con un salario anual de $29 millones de dóalres. El Shortstop: Corey Seager de los campeones Rangers de Texas con un salario anual de $35 millones de dólares. El Tercera Base: Anthony Rendon de los Angelinos de Los Ángeles, con salario anual de $38.6 millones de dólares. El Jardinero Central: Aaron Judge de los Yankees de Nueva York con un salario anual de $40 millones de dólares. El Jardinero Izquierdo: Teoscar Hernández de los Dodgers de Los Ángeles con un salario anual de $23.5 millones de dólares. El Jardinero Derecho: Juan Soto también de los Yankees de Nueva York con un salario anual de $31.1 millones de dólares. El Bateador Designado: Shohei Ohtani de los Dodgers de Los Ángeles, pues este año no puede participar como lanzador abridor por estar recuperándose de la operación Tommy John a la que fue sometido con un salario anual de $70 millones de dólares. Los Pitchers abridores derechos: Max Scherzer de los Rangers de Texas y Justin Verlander de los Astros de Houston, ambos con un salario anual de $43.3 millones de dólares. El Pitcher abridor zurdo Patrick Corbin de los Nacionales de Washington con un salario anual de $34.5 millones de dólares y finalmente el Pitcher relevista y cerrador Josh Hader recién llegado a los Astros de Houston con un salario anual de $19 millones de dólares. Es en esos términos y de cara a los aficionados que los equipos de la MLB invierten, consiguen talento y construyen sus novenas.

casallena@live.com.mx