Conoce a Víctor González, pitcher mexicano de los Yankees

Tras atravesar situaciones que lo llevaron a pensar en el retiro, el originario de Tuxpan se ha vuelto uno de los mejores relevistas en la MLB.

En 2020, González se convirtió en el jugador de México 130 en llegar a Grandes Ligas. (Foto: MLB)

Originario de Tuxpan, Nayarit y proveniente de una familia de estirpe en el béisbol, Víctor González tuvo un ascenso meteórico con los Dodgers de Los Ángeles hasta ganar la Serie Mundial de la MLB, yendo desde una temporada en la que pensó en retirarse, su gran salto en las Ligas Menores hasta su llamado para convertirse en el mexicano número 130 en debutar en las Grandes Ligas de Béisbol y ser enviado a los Yankees de Nueva York.

Familia beisbolera

Víctor tuvo una gran influencia para jugar béisbol por parte de su papá Guillermo y su familia, pues sus tíos Fernando González, Rodolfo González, Joel Navarro González y Vinicio González jugaron béisbol a nivel profesional en México, de acuerdo con la página oficial de las Grandes Ligas.

Firma con Dodgers y amistad con Julio Urías

Después de ser firmado por los Diablos Rojos del México, equipo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), Víctor fue probado en la Academia Alfredo Harp Helú en Oaxaca; después fue a la Academia del Carmen de la LMB y cuando regresó a San Bartolo Coyotepec, conoció a Julio Urías, quien a la postre sería una de las personas que rescató la carrera del nayarita cuando él sentía que no estaba hecho para el mejor nivel del béisbol.

Ambos se desarrollaron en la academia de Oaxaca. Víctor se abrió paso como uno de los mejores alumnos y, al igual que Urías, fue firmado en 2012 para los Dodgers por Mike Brito, el famoso cazatalentos que firmó a Fernando Valenzuela a finales de la década de los 70's.

Las ligas menores

Comenzó a tener actividad en las ligas menores desde 2013 en los equipos de novatos, pero no fue sino hasta 2015 cuando fue ascendido y tuvo su primera prueba en la Clase A, sin embargo, fue más duro de lo que hubiera querido pues en 19 juegos entre la Liga Rookie, Clase A y la Liga Otoñal tuvo récord de 1-7 con efectividad de 5.43. Un año más tarde fue probado como abridor y su efectividad mejoró a 3.61 en 22 juegos en la Clase A, incluidos 104 ponches, pero uno de los golpes más duros de su carrera estaba por llegar.


Operación Tommy John

El 5 de marzo de 2017, González tuvo que someterse a la famosa cirugía Tommy John, misma que lo llevaría a perderse esa y la mitad de la siguiente temporada. Unos meses después, Julio Urías tuvo que someterse a una cirugía de cápsula anterior izquierda del hombro. Se rehabilitaron y vivieron un tiempo juntos en Arizona.

“Honestamente, y les digo esto con todo mi corazón, siento que es el mejor amigo que he tenido hasta ahora en el béisbol desde que llegué aquí”, dijo Urías en una entrevista publicada por Los Angeles Times. “Desde las ligas menores hasta toda mi trayectoria, siento que es el mejor amigo que he tenido. Trato de darle muchos consejos porque ha pasado por muchas dificultades familiares. He tratado de estar allí con él como un hermano”.

Regresó en 2018 dividiendo tiempo en la Clase A y en la Liga Rookie, pero las cosas no le salieron y terminó el año con 1-5 y una alta efectividad de 7.49, números que le hicieron considerar que era el momento para tomar una decisión determinante.

La idea del retiro

Víctor pensó que la cirugía traería mejores cosas, en cambio, su velocidad bajó un año y cuatro meses después del procedimiento, sus lesiones no sanaban y la frustración cada vez que tenía que salir de la loma en los juegos de ligas menores solamente fue incrementando hasta el punto en el que decidió escapar.

El 8 de julio lanzó su último juego, empacó sus cosas y regresó a México pensando en no volver jamás. Su familia, amigos, e incluso el mismo Urías le hicieron cambiar de opinión y González pidió permiso para terminar la temporada lanzando con los Charros de Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), pero la organización le dijo que no. Los Dodgers querían tenerlo en la mira antes de darle permiso, pero el equipo lo volivó a enviar a la sucursal de novatos.

“Salía después de lanzar y lloraba”, dijo González en un fragmento publicado por LA Times. “Dejé los partidos llorando porque no podía lanzar strikes”.

Ese invierno encontró motivación volviendo a lanzar con Charros y rodeándose de los veteranos, incluido Sergio Romo, quienes se encargaron de darle más consejos que servirían… solo si Víctor decidía volver al béisbol de Estados Unidos en 2019.

Julio me decía que le echara ganas, que todavía tenía la edad, que muchos quisieran la oportunidad que tenemos. El año pasado (2019) era mi último del contrato, iba a ser agente libre después y me decía que aprovechara la oportunidad, aunque fuera un año, meses o días porque muchos peloteros no tienen esta oportunidad y muchos la quisieran. Pensé mejor las cosas y tenía razón”, dijo González en una entrevista publicada por ESPN.

Ascenso meteórico en ligas menores

Después de la incertidumbre y un invierno lleno de mucho aprendizaje, Víctor fue al Spring Training de Grandes Ligas con los Dodgers pensando que si no lanzaba bien, el equipo lo dejaría en libertad. Pero fue todo lo contrario.

La recta empezó a promediar las 95 millas por hora y complementó perfectamente al slider. La combinación lo llevó a iniciar la temporada en la Clase A, a mediados de mayo fue ascendido a Doble-A y sólo seis semanas después ya estaba lanzando en la clase Triple-A, y aunque no recibió el llamado para las Grandes Ligas, los Dodgers lo colocaron en el roster de 40 jugadores para protegerlo del Draft de la Regla 5 en la temporada baja.

Debut en MLB

El 31 de julio de 2020, poco más de dos años después de que le dijo a los Dodgers que ya no quería jugar béisbol, Víctor González subió al montículo del Chase Field para hacer su debut como ligamayorista contra los Diamondbacks de Arizona.


Los nervios le jugaron en contra pues recibió una carrera producto de tres hits y un pelotazo. Regresó al sitio alternativo de entrenamiento para afinar un par de detalles y tan pronto como fue llamado de vuelta, González se comenzó a perfilar como uno de los relevistas más confiables de los Dodgers al terminar la temporada con la segunda mejor efectividad del bullpen (1.33).

El momento más grande para el nayarita llegó en el Juego 6 de la Serie Mundial de 2020 cuando lanzó 1.1 entrada de tres ponches para acreditarse el triunfo que le dio a los Dodgers su primer título después de 32 años.