Seguridad le prohíbe a Rangers festejar en la piscina su título de Serie Mundial

Los guardias del Chase Field impidieron la entrada a la famosa piscina del Chase Field una vez que los Texas Rangers conquistaron el título de la MLB.

La piscina de Chase Field ha sido el sello del estadio inaugurado en 1998. (MLB)

Editorial Séptima entrada

Un muy esperado festejo para los Texas Rangers tuvo que mantenerse fuera del agua pues elementos de seguridad privada le impidieron a los jugadores celebrar en la piscina del Chase Field el título de la Serie Mundial tras vencer a los Arizona Diamondbacks este miércoles, conquistando el primer campeonato de la franquicia en la historia de la MLB.

De acuerdo con reportes, una docena de elementos de seguridad resguardaron la piscina al pie de la barda para que ninguna persona pudiera saltar a la famosa atracción del parque, casa de los Diamondbacks.

“¿Van a ir allá?”, preguntó el lanzador Nathan Eovaldi durante una entrevista con Fox. “No, no creo que lo harán”.

La celebración se centró en el infield con los peloteros abrazándose y felicitándose entre ellos mismos mientras compartían el terreno con algunos familiares y amigos. Una vez que los aficionados se retiraron del inmueble, particularmente de la terraza donde se encuentra la piscina, los elementos de seguridad se plantaron al pie de la barda, cada uno con una distancia de seis o nueve metros.

Finalmente, todos los integrantes de los Rangers se retiraron al clubhouse para continuar su celebración.

La piscina de Chase Field ha sido una característica icónica desde que el estadio se inauguró en 1998, un lugar para que los fanáticos vean el juego y se den un chapuzón, además de servir como lugar de celebración para los peloteros después de grandes victorias.

Los D’Backs lo hicieron un par de veces este año: tras asegurar su lugar en los playoffs y después de barrer a Los Angeles Dodgers en la Serie Divisional.

Sin embargo, los mismos jugadores de los D-backs también han tenido que festejar fuera del agua en algunas ocasiones tras la negativa de los elementos de seguridad. Ni siquiera el título de la Serie Mundial de 2001 pudo ser celebrado en la piscina.

Los Dodgers tuvieron la fiesta más controversial en el agua de Chase Field después de vencer a Arizona en 2013, lo que molestó a los Diamondbacks y su fanaticada, particularmente después de que surgieron informes sobre un jugador que orinó en la piscina.