Para Cincinnati el primer juego, le gana 5-2 a Cardenales
Dos jonrones abrieron la puerta para que los Rojos no solo acabaran con el juego sin hit ni carrera que estaba tirando Adam Wainwright, sino con eso lograron su quinto triunfo del año.
Todo comenzó con un juego sin hit ni carrera de los St. Louis Cardinals en cinco entradas y terminó con una feria de batazos de los Cincinnati Reds en el Palacio Sultán, con lo que los Rojos llegaron a cuatro triunfos al hilo y a cinco en la temporada.
Con un jonrón de Jesse Winker rompieron el sin hit in carrera y empataron en la sexta, mientras que con un vuelacercas de Derek Dietrich le dieron la vuelta a las cosas. Un octavo inning de tres carreras y se echaron la victoria a la bolsa, con una pizarra de 5-2.
El bat más productivo fue el de Dietrich, que terminó la noche de la MLB Mexico Series con tres carreras producidas, luego de dar dos imparables en cuatro viajes al plato, mientras que Jared Hughes fue el pitcher ganador. A pesar de que solo admitió dos carreras en seis innings, y de que estaba tirando sin hit ni carrera, Wainwright perdió el juego.
Se rompió el cero
Los Cardenales rompieron el cero en la segunda tanda y fue el propio abridor Adam Wainwright el que hizo por su causa. Con compañeros en segunda y primera, el pitcher sacó una rola que se fue alegremente por el hueco entre tercera y short, con lo que Dexter Fowler pudo llegar al plato para inaugurar la pizarra.
Después de ese descuido, el encuentro fue controlado desde el centro del diamante. Tanner Roark y Wainwright dictaron el ritmo del juego y después de cinco entradas, los Cardenales de San Luis ganaban 1-0 con Adam lanzando sin hit ni carrera.
Así, de nueva cuenta, en el Palacio Sultán empezaba a rondar en el aire la imagen de Walker Buehler lanzando el Doble No combinado con los Dodgers en 2018. Adam estaba haciendo muy bien las cosas y su defensiva le estaba ayudando, así que era posible que se repitiera la historia. Pero llegó el sexto capítulo, con lo que se rompería la magia.
Se acabó la magia
Después de que Wainwright pasó a batear con casa llena y dos outs, siendo ponchado, subió al centro del diamante, y Jesse Winker se convirtió en protagonista ya que con un jonrón terminó con el sin hit ni carrera. Y el juego se empató a uno.
Entonces el público se preparaba para ver un cierre emocionante. Y la emoción llegó pronto. Derek Dietrich le dio la ventaja a los Reds con un elevadísimo batazo que terminó cayendo dentro del bullpen de los Rojos, para convertirse en el jonrón con el que se iban arriba 2-1.
Así es el beisbol. Cincinnati solo tenía tres imparables conectados pero dos habían sido jonrones y con eso estaba al frente.
Entonces comenzó el desfile de relevistas y la pelota empezó a volar un poco más. Dexter Schebler mandó al plato la tercera anotación de los Rojos, con un sencillo al izquierdo y después Dietrich puso lejos del alcance el juego con un triple productor de dos anotaciones.
Los Cardenales quisieron ponerle algo de emoción en la novena entrada cuando Kolten Wong abrió con jonrón solitario,