MLB: Paramédico golpeado por un batazo de foul demanda a los Astros
El paramédico alega que los Astros no tenian red protectora para poder robar señas de los otros equipos de MLB.
Brian Cariota, el paramédico que fue golpeado por un batazo de foul durante el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana 2019 de MLB entre Yankees y Astros, presentó una demanda en contra del equipo de Houston por más de $1 millón de dólares por daños.
De acuerdo con el Houston Chronicle, Cariota alega que quedó desprotegido en la caseta de los Astros porque el equipo evitó colocar redes para que no interfiriera con el conocido caso del robo de señas.
“Las redes habrían obstruido parcialmente la vista de las señales del receptor contrario”, dice la demanda publicada por el Chronicle. “Si estás robando señales del receptor opuesto, necesitas una vista clara y sin obstáculos. Lo último que quiere un equipo que se dedica al robo de señas es una red de seguridad que proteja la caseta que incluso puede obstruir parcialmente la vista de las señas del receptor contrario”.
Según los informes, Cariota sufrió una lesión cerebral traumática, una hemorragia subaracnoidea a lo largo del lóbulo frontal izquierdo y una fractura cuando fue golpeado por una línea de foul que le quitó el bate al jardinero de los Astros, Michael Brantley. La demanda asegura que el paramédico perdió la vista permanentemente debido al daño en su retina, y aún experimenta visión borrosa y síndrome post-conmoción cerebral.
Cariota aseguró que A.J. Hinch y Jeff Luhnow, quienes perdieron sus puestos con los Astros de Houston tras conocerse la investigación, tuvieron un papel directo para que no hubiera redes en esa área.
“Luhnow e Hinch, así como otros que tienen el control de los Astros de Houston, se aseguraron de que no se colocaran redes de seguridad en un área que obstruyera la visión de las señas del receptor contrario”, se lee en la demanda.
El 13 de enero de 2020, MLB anunció el resultado de una extensa investigación en la que acusaron a los Astros de haber robado señas de forma ilegal a través de un esquema en el que utilizaron una cámara en el jardín central, un monitor entre la caseta y el clubhouse, así como un bote de basura. Séptima Entrada