Beto Ávila: el único Champion Bat mexicano en la historia de MLB

Recordamos una de las últimas entrevistas que el histórico pelotero mexicano dio en 2004 a la Revista Milenio Semanal, meses antes de partir al Diamante Celestial

Beto Ávila: el único Champion Bat mexicano en MLB

Miguel Boada Nájera

La canción 'Veracruz', de Agustín Lara, sonaba de fondo en un restaurante en la blanca Mérida. Era el 2004 y en una de las mesas sobresalía la figura de un hombre. ¿Qué lo hacía especial? La proeza que logró 50 años atrás dentro de un diamante. 

Aquel personaje era el veracruzano Roberto Ávila González, el primer y único pelotero mexicano que ha logrado ser el Champion Bat (campeón de bateo) en las Grandes Ligas.

El gran segunda base compartió semanas antes de su muerte, una plática en exclusiva con la revista MILENIO Semanal, en la que descongeló los momentos más extraordinarios que se quedaron grabados en su memoria.

“Son recuerdos muy gratos para mí, para mi familia y para México, porque no fueron triunfos de un Beto Ávila, sino de un mexicano”, así empezó el veracruzano la plática.

CON TAMAÑO PARA LO GRANDE

Luego de cinco campañas en la Liga Mexicana, en donde fue Novato del Año en 1943, firmó contrato con los Indios de Cleveland (1949), convirténdose en el cuarto mexicano en pisar los diamantes ligamayoristas.

Después de grandes años, llegó el histórico 1954.

“Definitivamente fue un año maravilloso en muchos aspectos. Gané el campeonato de bateo y también llegamos a la Serie Mundial”, recordó. 

Su gran temporada le permitió alcanzar el .341 en su casilla de porcentaje de bateo en el último juego de la temporada, el PCT más alto en toda la Liga Americana. ¿Ya tenía amarrado el título de bateo? Para nada.

“Sentí mucha emoción, pero sabía que iba a lograrlo hasta que se terminaba la temporada, pero lo curioso es que no supe cuándo lo logré. Unos días antes de terminar la temporada un jugador dio un batazo que quiso hacer de dos bases y lo hice out cuando llegó a segunda, pero me 'spaekeó' y me fracturó el dedo. Tuve que dejar de jugar tres partidos y por hacerlo bajé mucho mi porcentaje. Al final subí a .341, fue un milagro, porque a esas alturas si pegas un hit aumenta muy poco”.

Beto cerró la temporada caliente con el bat, ya que pegó 66 hits en 44 juegos, lo que le permitió subir de un .313 al porcentaje que le dio el título de bateo. 

Después de ese histórico año, se mantuvo con los Cleveland Indians hasta 1958, un año después jugó en tres equipos y para 1960, regresó a la Liga Mexicana, con los Tigres Capitalinos, con quienes colgó los spikes al concluir esa campaña

En 2004, la Liga Mexicana decidió ponerle el nombre de Beto Ávila a la temporada, y fue justo antes del anuncio de ese hecho, que el veracruzano hojeó el libro de su carrera como beisbolista, salieron más anécdotas que quedaron guardadas para la eternidad.

¿CUÁL ERA EL LANZAMIENTO QUE MÁS SE LE COMPLICABA BATEAR?

El más difícil era cuando me tiraban una bola por detrás (risas). Siempre he dicho que la pitcheada más complicada es la bola recta. La curva es la más fácil. Cuando me tiraban una curva, me volteaba, saludaba a alguien del público y cuando volvía a voltear todavía tenía tiempo de pegarle a la curva, porque viene más lenta.

LE TOCÓ VIVIR UNA ÉPOCA DE ORO EN MLB, ¿A QUÉ PELOTERO ADMIRABA?

A Ted Williams. Yo siempre me incliné por el bateo. Williams, sin discusión, es el mejor que ha habido con el bat, es el último que bateó arriba de 400 en el año del 1941 y no ha habido alguien que se acerque.

UN TÍTULO, ALGUNOS PREMIOS, RECONOCIMIENTOS, TODOS SON PARTE DE SU LEGADO PERO, ¿QUÉ LE DEJÓ TODO ESO?

Lo que pasó en mi vida fuera de los campos, eso es invaluable. Por ejemplo, un día en la ciudad de México yo iba caminando y un taxista me gritó: ‘Beto, ¿cómo estás?’. Yo tenía mucho tiempo de haberme retirado y la gente me reconocía y me seguía recordando con cariño y eso es algo invaluable”.

¿HUBO ALGO QUE LE FALTARA?

En mi vida me han faltado muchas cosas, no sólo en el beisbol. Siempre me puse metas y muchas veces no las alcancé, aunque afortunadamente obtuve muchas más de las que no logré. Realmente quedé satisfecho, aunque no al cien por ciento, porque pienso que pude hacer algo más.

¿QUÉ REPRESENTA PARA USTED QUE LA LMB LA HAYA PUESTO SU NOMBRE A LA TEMPORADA 2004?

Son cosas que sé que me las gané con base en mucho esfuerzo, pero es una gran satisfacción y emoción que me hagan este tipo de homenajes, sobre todo estando en vida.