Guasave y el brillo del nuevo estadio

El primer mandatario participó en la reapertura del Estadio Francisco Carranza Limón, con lo que regresa la Liga Mexicana del Pacífico a Guasave

Andrés Manuel López Obrador reinaugura el Estadio Francisco Carranza. Foto: Héctor Téllez (Milenio)

Editorial Séptima entrada

Rafael Montes. Enviado, Guasave.- Una bandera monumental desplegada en el césped del estadio, un espectáculo de fuegos artificiales que colorearon el cielo nocturno de Guasave, una honorable banda de guerra y una solemne orquesta de la Secretaría de la Defensa Nacional, el abucheo a la alcaldesa de Guasave, Aurelia Leal, y un grito unánime desde las gradas “Pre-si-den-te-Pre-di-den-te” para Andrés Manuel López Obrador.

López Obrador lanzó una, dos, tres, cuatro bolas de ensayo. Y luego, la definitiva. ¡Strike! Strike a la mascota que tenía Omar Canizales, presidente de la Liga del Pacífico, mientras Jesús 'Chito' Ríos estaba en la caja de bateo. Los aplausos y el grito en las gradas ¡Pre-si-den-te! Andaba en su ambiente.


Ese fue el marco de la inauguración del recién remodelado estadio de béisbol Francisco Carranza Limón, que tardó 13 semanas en recobrar el brillo, y del regreso de los Algodoneros, de casaca blanca, por supuesto, de Guasave, a la Liga Mexicana del Pacífico.

Desde Mazatlán, al mediodía, entre médicos y enfermeras del hospital rural de Villa Unión del programa IMSS-Bienestar, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya traía la emoción, la espinita del béisbol, de acudir a inaugurar el estadio y lanzar la bola inaugural.

Vamos a tirar ahí una recta, unas lisas, una piedra de 100 millas por hora”, dijo emocionado afuera del hospital, donde también auguró el campeonato de la Serie Mundial a los Astros de  Houston.

Desde Mazatlán, se fue en carretera hasta Guasave. Casi cinco horas. López Obrador llegó puntual a la cita. A las 7 de la noche, el estadio que él mismo pidió ser remodelado ya estaba a reventar.

Ocho mil personas estaban adentro, esperando el arranque de la Liga y el debut del equipo local, que desde hacía cinco años ya no participaba en la liga.

“Le faltaba promoción. Había cifras muy bajas de asistencia, con trabajos llegaba a los 700 aficionados”, platica un vocero del gobierno de Sinaloa.

Pero con el apoyo oficial de Palacio Nacional esperan que la historia, esta vez, sea otra.

Contento, el presidente llegó en la misma camioneta con el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, y se encontró con los hombres de ‘pantalones largos’ que hicieron posible el regresar a la vida al equipo y al estadio: Alfredo Aramburo, presidente de Algodoneros; Omar Canizales Soto, presidente de la liga; Francisco A. González, presidente del Consejo de Administración de Grupo MILENIO, Grupo Multimedios y accionista de Club Sultanes de Monterrey, entre otros.Los regios son invitados especiales a esta liga a partir de esta temporada, con lo que se convierte en la única novena en competir en ésta y en la Liga Mexicana de Béisbol.

Jugueteando con una pelota en su mano derecha, López Obrador cortó el listón inaugural, acompañado de sus anfitriones.

Después, develó la placa que da cuenta de la nueva era del inmueble. Sonó el himno, se rindieron los honores a la bandera monumental y vino el acto culminante: el lanzamiento inaugural.

En Mazatlán, horas antes, cuando dejó de hablar de hospitales para hablar de béisbol, lanzó su pronóstico de la Serie Mundial: va con Astros.

"En el caso de la Americana, entre Yankees y Astros, voy Astros. Y en el caso de la Nacional, entre Washington y Cardenales, va Cardenales. Ya de una vez la final: va a ser campeón de la Serie Mundial Astros, ese es mi pronóstico, a ver si le atino, pero respeto a todos y ¡que vivan Los Venados!”, expresó entre los mazatlecos, que apoyan a Venados.  Séptima Entrada.