"Nunca había soñado con tirar un sin hit": Yanina Treviño
La lanzadora regiomontana cumplió con una jornada histórica logrando el primer No-No en la Liga Mexicana de Softbol
Emocionada tras lanzar juego sin hit ni carrera en el histórico primer partido de Sultanes Femenil, la regiomontana Yanina Treviño admitió que nunca imaginó tener un partido como el ofrecido este jueves en el Estadio Mobil Super.
Yanina Treviño escribió su nombre como la primera jugadora en ganar un juego para el Monterrey en la Liga Mexicana de Softbol, pero además sin permitir imparable ni anotación durante las siete entradas.
“Estoy muy feliz, creo que nunca había soñado que iba a tirar un juego sin hit ni carrera en el partido inaugural en la primera liga profesional de softbol, y estoy muy contenta, no tengo palabras para explicarlo”, indicó la estudiante de Facpya. “Sin mis compañeras esto no podría ser porque también tienes que batear y necesitas defensiva, gracias a ellas por siempre estar conmigo”.
El trabajo de la lanzadora de 21 años de edad fue de siete ponches y dos bases por bolas. Su cuadro la respaldó con una brillante jugada de doble play en la primera entrada. Al admitir que no esperaban tanto público en la tribuna, Yanina agradeció el permanente apoyo de las aficionadas.
“MUY EMOCIONADA”
La bateadora cubana, Yarianna López Bosa, reconoció la emoción de haber jugado con el apoyo de casi 13 mil 500 aficionados. López decidió el primer partido en la historia de Sultanes Femenil con un batazo de jonrón que escribió la carrera del triunfo 1-0.
“El ambiente ha estado muy bueno, hay muchísimas personas y nada, yo estaba bien emocionada con este juego, y vine a entregarlo todo y lo hice, y nada, estuve muy emocionada por el público que nos estuvo apoyando en todo momento”, declaró López. “Ese contacto salió, el batazo sale solo, sólo fui ahí a buscar pegarle a la pelota, y salió, fue duelo bastante bueno entre ella (Tornés) y yo”.
Destacó que lo más importante fue el resultado a favor que les permitió ofrecer un triunfo a la gente. Séptima Entrada