¿Por qué se llaman Sultanes de Monterrey?
La historia de la ciudad le ha dado al equipo de beisbol, perteneciente a la Liga Mexicana de Beisbol, uno de los motes más icónicos a los Sultanes de Monterrey.
Los Sultanes de Monterrey son uno de los equipos más icónicos en todo el beisbol mexicano al ser la franquicia profesional más antigua tras ser incorporada a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en 1939. También conocidos como los “Fantasmas Grises” o “Los Muchachos del Regreso” la historia detrás del nombre Sultanes aguarda una profunda raíz con su ciudad de origen.
¿Cómo se llama el equipo de beisbol de Monterrey?
En su inclusión como franquicia de la LMB, el Club de Béisbol Monterrey se registró inicialmente con el nombre de Carta Blanca debido al apoyo por parte de la Cervecería Cuauhtémoc. Dicho mote solamente duraría dos años y sería reemplazado por el de Industriales, equipo que comenzó a hacer historia ganando el primer título en 1943 y el único tricampeonato en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol entre 1947 y 1949.
Fue precisamente en ese último año que el club tomó el nombre de Sultanes, uno de gran significado por su relación con la historia de la ciudad.
La historia detrás de los Sultanes de Monterrey
Entre el año 711 y el 1492, veinte sultanes árabes gobernaron en la península ibérica junto a sus cónyuges, las sultanas, mujeres de gran belleza y refinamiento que a la postre convirtieron la palabra sultana en sinónimo de finura y encanto. Los árabes dejaron un importante legado que después se trasladó a México con los conquistadores españoles. En 1596, Diego Montemayor y 12 familias fundaron la ciudad de Monterrey y, en 1824, Nuevo León fue declarado como estado y Monterrey como su capital, según información de Héctor Jaime Treviño Villarreal publicada en el sitio 'Conecta Tec'.
Años más tarde, en junio de 1880, Ignacio Montes de Oca se convierte en el noveno obispo de Linares, que después se convertiría en la Arquidiócesis de Monterrey. A su llegada a la ciudad, el jueves 3 de junio de 1880, le fue obsequiado un suntuoso banquete en el Palacio Episcopal donde recitó una memorable composición poética que tituló Brindis a la Ciudad de Monterrey en el que recitó: “¡Reina del Norte, Monterrey Ilustre! / Que la suprema voluntad divina / Hoy me destina para ser mi eterna, / Mística esposa...”. Los periódicos posteriormente usaron en sus crónicas la palabra "Reina" por el sinónimo de "Sultana" para referirse a la ciudad de forma indistinta.
Así es como Monterrey fue conocida como la “Sultana del Norte” y dicha influencia sirvió para nombrar Sultanes de Monterrey al equipo de beisbol que se mantiene como uno de los más ganadores en la historia de la LMB.