LMB: Sismo le da “muy buen entrenamiento de pretemporada” a Diablos

El Estadio Alfredo Harp Helú se vio sorprendido el lunes 3 de abril con la alerta sísmica que sonó en toda la Ciudad de México, poniendo protocolos a prueba

El sismo tomó al Estadio Alfredo Harp Helú con 5 mil 700 personas al interior. (Cortesía)

La alerta sísmica comenzó a sonar alrededor de las 8:13 pm este lunes 3 de abril en la Ciudad de México. En el oriente de la gran urbe, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) estaba de regreso con el primer juego del Torneo Interliga 2023 entre Diablos Rojos del México y Toros de Tijuana, partido fue detenido y que puso a prueba los protocolos con 5 mil 700 personas en el Estadio Alfredo Harp Helú, un reto que, a los ojos de la directiva del parque, “fue un muy buen entrenamiento de pretemporada”.

Francisco Ramos, director general del Estadio Alfredo Harp, platicó con Séptima Entrada después del encuentro y explicó parte de los protocolos, así como algunas características del parque que ayudan en eventos de esta naturaleza. Además de que el sismo fue de percepción mínima en la Ciudad de México, los detalles en la construcción del estadio permiten que la sensación de movimiento se reduzca, según argumenta el directivo del inmueble inaugurado en marzo de 2019.

El estadio, sostenido por más de mil 200 pilotes, se mueve como una gran plataforma. Esto hace que el movimiento sea parejo desde bleachers, a la grada baja e incluso el techo”, aseguró Ramos. “Eso, de alguna manera, ayuda a que el movimiento se sienta de otra forma y que el edificio reaccione de otra manera. Siendo una construcción con las características que tiene el Estadio Harp, se tomaron todas las medidas necesarias para reducir el riesgo, incluso se multiplicaron ciertos factores por la misma particularidad que tiene el diseño del estadio”.

De acuerdo con los protocolos a seguir en el Estadio Alfredo Harp Helú, la afición ubicada en la parte baja del estadio debe recibir acceso al campo mientras que la gente ubicada en los asientos más cercanos a la parte superior deben salir a la explanada del inmueble.

Siendo una situación no prevista, algunas fallas se presentaron en la logística del protocolo. El sonido local seguía con la música mientras la alerta sísmica empezó a reproducirse en los altavoces alrededor del parque; hasta después de que la alerta se detuvo, algunas puertas en la parte lateral de la nave central comenzaron a abrirse pero faltaba desalojar a la gente de los asientos centrales.

“Estos ejercicios no se pueden definir ni adelantar. De hecho, creo que es la primera vez que lo vemos en vivo en un estadio (...) El tema es poder contar con la información, con la comunicación y, principalmente, con el apoyo de los aficionados”, dijo el director general del estadio.

Cuando la alarma dejó de sonar, la gente de seguridad abrió la puerta para darle acceso a las personas sentadas en las butacas detrás de la caja de los bateadores. La gente siguió las instrucciones de entrar al terreno, pero ya había pasado suficiente tiempo para determinar que el sismo había terminado y la afición podía volver a sus lugares, dejando a cientos de personas detenidas en los pasillos y escaleras.

El juego se reanudó después de 13 minutos de suspensión.