Falleció legendario catcher del beisbol mexicano

Corella tuvo una gran trayectoria en la década de los años sesenta e inicios de los setentas dentro de la Liga Mexicana de Beisbol.

Jaime Corella ostenta varios récords en LMB y un campeonato en LMP. (Cortesía)

La pelota está de luto este lunes tras el fallecimiento de Jaime Corella a los 86 años de edad, considerado como uno de los mejores receptores en la historia tanto de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) como en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).

Se desconocen las causas de su fallecimiento.

Corella, considerado como “el mejor catcher de su época” según el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, fue exaltado al recinto de los inmortales en la Clase 1991. Se convirtió en referente tras debutar y jugar 12 años con los Sultanes de Monterrey entre 1958 y 1969, sin embargo, su hazaña más recordada fue ser parte de los Charros de Jalisco que se levantaron de un 0-3 en la Serie Final de 1971 para quedarse con el título ante los Saraperos de Saltillo, el primer equipo en la historia del circuito que consiguió una remontada de este tipo en dicha instancia.

Fue considerado como el receptor del equipo ideal de todos los tiempos de Sultanes.

También jugó para Córdoba, Tampico y Tigres Capitalinos en el verano, mientras que en el invierno principalmente vio acción con los Yaquis de Ciudad Obregón en una carrera de solo siete temporadas dentro de la Liga Mexicana del Pacífico.

El recinto de los inmortales asegura que Corella fue “considerado por los expertos como uno de los catchers que poseía los mejores recursos físicos y mentales para desempeñar con toda dignidad su posición”, principalmente por su potente brazo que hacía tiros increíbles a las bases.

Tiene el mejor porcentaje de fildeo para un receptor en todos los tiempos de la Liga Mexicana con un prominente .991, además que la misma defensiva lo llevó a tener el récord de más años siendo líder de fildeo entre los catchers (7). Fue el sexto bateador en conectar seis hits en un partido de nueve entradas, logro que consiguió durante la temporada de 1962 y solo detrás de algunos ilustres de la pelota como Martín Dihigo (1937) y Alonso Perry (1956).