A 1 año de su muerte... Paquín Estrada, un ícono del beisbol
Francisco Estrada falleció en Navojoa el 9 de diciembre de 2019, dejando de legado ser uno de los managers mexicanos más exitosos en la historia del beisbol
Desde el 9 de diciembre de 2019, el diamante celestial tiene un nuevo manager. Francisco 'Paquín' Estrada falleció ese a los 71 años de edad, en Ciudad Obregón, Sonora, después de pasar varias semanas con problemas serios de salud, específicamente, en el corazón.
Paquín estuvo en coma inducido a principios de ese mes, en un hospital del IMSS, pero su estado de salud fue empeorando hasta ya no aguantar más, con lo que se fue una leyenda del beisbol mexicano, no solo como pelotero, sino como manager.
Estrada jugó 26 temporadas en la Liga Mexicana de Verano, acumulando dos mil 260 juegos (ambos récords para un catcher), además, en la Liga del Pacífico participó en 30 campañas, con seis equipos distintos.
Como pelotero, fue campeón 5 veces, dos en la LMB, dos en la LMP y una en Serie del Caribe, mientras que como manager, logró 7 títulos en el invierno, tres más en el verano y en el el torneo caribeño. En Series del Caribe se llevó el título con los Tomateros de Culiacán (1996 y 2002).
Francisco nació el 12 de febrero de 1948 en Navojoa, Sonora, fue una muralla defensiva en la receptoría, con una rapidez semejante a la de un jugador de cuadro para deshacerse de la bola. Un maestro en el manejo de los elevados de foul.
Lo firmaron los Mets de Nueva York en 1971. Lo asignaron a la sucursal de Triple A con el equipo Tidewater en la Liga Internacional, para jugar 58 partidos. Bateó .260, incluyó siete dobles, seis jonrones, 21 producidas. Lo subieron a Ligas Mayores para actuar en dos encuentros conectando un hit en dos turnos al bat.
Regreso a la Liga Mexicana en 1974, para continuar su gran carrera con diferentes equipos, hasta su retiro en 1994. En ese tiempo jugó con Puebla, Campeche, Toluca, León y Minatitlán.
Después de retirado inició una triunfal carrera de manager, manejando a la Selección Mexicana en la primera edición del Clásico Mundial que eliminó a Estados Unidos plagado de sus estrellas. Ingresó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano el 17 de marzo del 2000. Séptima Entrada.