El Juego Perfecto, la película de beisbol que Carlos Bremer rescató
El empresario, entre sus impulsos al deporte mexicano, rescató la película de los niños campeones de Monterrey en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas 1957.
Antes de su fallecimiento, Carlos Bremer se distinguió por ser uno de los principales promotores del deporte nacional en muchas facetas. Aunque en su momento juró que nunca se involucraría en una película, el empresario mexicano terminó produciendo “El Juego Perfecto” una de las películas de beisbol más icónicas en los últimos años que cuenta la épica historia de los niños de Monterrey campeones de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en 1957.
Bremer reveló durante un panel de conferencias llamadas Players Talks en 2018 que su padre, Guillermo Bremer, apoyó al equipo de Monterrey en su camino al histórico campeonato de la Little League World Series, razón por la que tres productores estadounidenses lo buscaron. Aún cuando las personas más cercanas a su círculo le recomendaran que no lo hiciera, Carlos tuvo una corazonada con el proyecto.
“Dije: ‘¿Sabes qué? A mí se me hace que esto es de destino, y si me vinieron a buscar a mí estos americanos, voy a tener que intentarlo”, dijo en aquella conferencia de 2018.
El filme se produjo y estaba por estrenarse cuando la crisis económica de 2008 impactó en Estados Unidos, razón por la cual los tres productores estadounidenses se declararon en quiebra y finalmente le “regalaron” la película a Bremer.
Años después, siendo consejero de la Fundación del ex presidente Bill Clinton, la activista Susan Buffett le preguntó a Carlos Bremer si conocía al mexicano que tenía la película de los niños campeones pues la Coca-Cola Company lo estaba buscando para reproducir la película en Estados Unidos.
Los ejecutivos de la refresquera le dijeron al empresario mexicano que ellos solo harían el esfuerzo para proyectar la cinta en las salas de Estados Unidos y no en México, pues argumentaron con cifras que no mucha gente en el país va al cine.
“Yo la hice para que la vean los mexicanos, no para que la vean los americanos”, sentenció. “Además es la historia donde México le gana el campeonato del mundo a Estados Unidos en su casa por primera vez en la historia. Y además lo hace con una hazaña de un juego perfecto, que nunca se ha repetido ni se repetirá, según las probabilidades”.
Carlos Bremer terminó pagando las copias para reproducir la película en 530 salas del país y, según datos proporcionados por él mismo, en 526 complejos se ganó dinero. Además, 2 millones 700 mil personas vieron la película, diez veces más de los 240 mil que proyectaban los ejecutivos de Estados Unidos.
La premier mundial fue en el Parque Fundidora de Monterrey en honor a los padres de los niños campeones, quienes eran trabajadores en dicho lugar. Al evento fueron 18 mil personas.
Bremer, 10 de los niños campeones y el entrenador César Faz fueron a Los Pinos en Ciudad de México días después y fueron recibidos por el entonces presidente Felipe Calderón.
De las ganancias, se pudieron hacer un millón de copias para donarlas a las escuelas de México.